Quinta y ultima etapa que parte del refugio de Goriz y sigue el GR 11 hacia el Collado de Arrablo o de Goriz para continuar hacia Mayos de Lacay, sigue para subir a la Punta de las Olas y vuelve a bajar para continuar el GR por Faja y Rincón de las Olas hacia el Collado de Añisclo desde donde baja vertical hasta el Refugio de Pineta, fin de esta etapa de y de la travesía.
Nuestro último día de travesía no nos dará tregua, ya que nos espera una ruta en la que haremos una ascensión a un 3000 (la Punta de la Olas) y acabaremos a unos 1200 m. de altitud en el Valle de Pineta, así que a la subida hay que añadirle una larga y pronunciada bajada que nos pondrá a prueba la piernas. Los paisajes como el resto de los días, cambiantes y enormemente espectaculares compensan el gran esfuerzo que supone esta ruta. Destacaría posiblemente el impresionante Cañón de Añisclo visto desde arriba.
Otros datos de la ruta:
Distancia total: 14,2 km.
Inicio de la ruta:
Con la ilusión de afrontar nuestra última jornada de esta travesía de montaña, nos levantamos en el refugio de Goriz sobre las 7 de la mañana, donde desayunamos bien para afrontar una etapa que promete ser completa.
Alrededor de las 8 de la mañana, una vez recogido el equipaje,nos cargamos la mochila a la espalada, desplegamos los bastones y caminamos al frente, dejando a nuestra espalda la puerta del refugio. Seguimos las marcas de pintura rojo y blanco del GR11 que nos guiara hasta el refugio de Pineta (fin de esta etapa).
El sendero perfectamente marcado y sin apenas desnivel en su inicio, nos acerca pronto al Collado de Arrablo, también conocido como Collado de Goriz, al que tenemos que subir unos metros en el último tramo para coronarlo.
Los 2 km. que separan el refugio de Goriz del collado del mismo nombre los hacemos rápido y bajo la sombra del Monte Perdido.
Al llegar al collado coincidimos con un grupo de unos 8 o 10 catalanes que llevan el mismo rumbo que nosotros.
Aquí tomamos a la izquierda, ya que si siguiéramos recto bajaríamos hacia el Cañón de Añisclo (sería otra opción pero no pasaríamos por la Punta de las Olas).
Suavemente empezamos a ascender por una ladera pelada de vegetación.
A nuestra espalda queda y bastante retirado el impresionante valle de Ordesa por el que ayer caminamos y que hoy podemos completar su amplitud desde arriba.
El GR11 discurre por la zona de los Mallos de Lacay en sombra a esta hora de la mañana, y el camino parece no tener paso hacia la zona por donde nos dirigimos, pero poco a poco la senda encuentra paso por la pronunciada ladera que nos permite ir ganando altura. El camino es muy expuesto y poco recomendado para personas con vértigo. En esta época ya no queda nieve ni hielo en esta zona, pero imaginamos lo difícil que debe ser pasar por aquí con nieve.
El agua chorrea por cada rincón procedente del deshielo de las zona altas formando bonitas cascadas junto a las que pasamos.
Tras un tramo de subida empezamos a llanear con impresionantes vistas del Cañon de Añisclo que va quedando a nuestra derecha.
En el punto en el que el camino parece llegar al precipicio del mencionado cañón encontramos la subida (sin señalizar) a la Punta de las Olas.
Aquí dejamos momentáneamente el GR para hacer la ascensión a la cima mencionada.
Por la izquierda emprendemos una subida pedregosa y sin apenas señalizar, en la que seguimos la senda evidente por el paso continuo de personas que nos dirige a la cima.
Poco más de 300 m de desnivel en 1,2 km. de subida que hacemos rápido aprovechando que todavía no hace mucha calor y que hemos dejado las mochilas junto a unas rocas al inicio, nos permiten llegar a este pico de 3022 m. de altitud.
Las impresionantes vistas desde la parte alta valen la pena este esfuerzo añadido a nuestra travesía.
Poder ver gran parte de esta zona de los Pirineos desde estas alturas, divisando sus amplios valles sorprende y nos demuestra lo pequeños que somos ante estas inmensas montañas. Si damos la espalda al Monte Perdido, tenemos a nuestra izquierda el Valle de Pineta hacia donde bajaremos y a nuestra derecha el Cañón de Añisclo, más a la derecha vemos también el Valle de Ordesa.
No perdemos más de 10 minutos en esta cima y tras hacer las fotos de rigor y retomar el aliento emprendemos la bajada rapidísima por el mismo sitio que habíamos subido, hasta enlazar de nuevo con le GR en el mismo punto donde lo habíamos dejado.
Ahora caminamos a la izquierda por la conocida como Faja de las Olas que deja a la derecha los precipicios del cañón y nos introduce hacia el Rincón de las Olas. En principio el sendero llanea por la ladera, pero pronto nos hace subir un poco por zona incómoda muy pedregosa en la que encontramos tramos equipados con cadenas para subir o bajar, ya que el recorrido de este rincón es muy resbaladizo y con tramos muy expuestos y arriesgados. Gracias a las cadenas se puede pasar con seguridad.
El camino sigue siempre señalizado con las marcas del GR que son de gran ayuda, así como algunos hitos de piedrecitas. Pasamos junto a paredes por las que bajan chorros de agua en los que agradecemos mojarnos ya que el calor empieza a apretar, pero el agua también complica el camino ya que lo hace resbaladizo por lo que hay que ir despacio y muy atento.
Poco a poco vamos saliendo de este rincón para acercarnos a la Collata de las Olas o de los Maquis desde donde empezamos a ver a nuestra izquierda el Valle de Pineta.
Muy abajo distinguimos ya el Parador Nacional y nos sorprende el inmenso desnivel que nos queda por bajar todavía.
El camino se vuelve un poco más cómodo hasta llegar al Collado de Añiscló, donde el sendero coincide con el que sube por el cañón.
Y de repente en este collado, siguiendo siempre las marcas del GR, emprendemos una brutal bajada por la izquierda hacia el Valle de Pineta. La bajada tiene un desnivel fortísitmo y es muy pedregosa, afortunadamente la mayor parte no es resbaladiza y con cuidado se hace bien, pero las piernas empiezan a notar el desnivel acumulado y se cargan enormemente en este descenso.
La ladera pelada nos permite ver bien hacia donde vamos y muy lejos vemos todavía el río Cinca hasta el que tenemos que llegar, pero agradecemos que lo que nos queda sea descenso, ya que a estas horas del medio día, cuando estamos bajando el sol pega y fuerte.
Esta siendo el día más caluroso de todos los que llevamos recorriendo estas montañas y el cansancio unido al fuerte calor empieza a a hacer mella cuando no parece que este descenso tenga fin.
A mitad de bajada, por esta infernal ladera encontramos una fuentecilla con agua fresca que nos parece un regalo caído del cielo, donde no esperábamos encontrar nada de agua.
Está situada a la altura de los primeros árboles que encontramos en la bajada, bajo los cuales aprovechamos para hacer un poco de parada y avituallamiento para aguantar hasta llegar a Bielsa donde pensamos comer una vez finalizada la travesía.
Tras la fuente el sendero se adentra en la vegetación cada vez más espesa, pero el desnivel sigue siendo brutal, mucho más de lo que esperábamos. La bajada no da tregua y a pesar de que discurre por una zona preciosa, nosotros ya sólo llevamos la idea de acabar este descenso para poner fin a esta dura etapa.
Los pinos dan paso a grandes hayas que nos protegen del sol, pero el calor y la humedad endurecen esta compleja bajada. Hay tramos en los que tenemos que plegar los bastones para utilizar las manos ya que el sendero es casi inexistente y el paso entre árboles o rocas obliga a ponerse de culo para no caer.
Y así con las piernas enormemente cargadas vamos poniendo fin a la ladera en la que cruzamos, cerca del fin de la ladera por el Barranco de la Solana que nos permite refrescarnos. Una bendición que nos alivia el agotamiento que arrastramos y nos permitirá llegar al final de la ruta medio enteros.
La senda va perdiendo fuerza conforme se acerca al río, para acabar llaneando cuando ya estamos en el cauce del Rió Cinca.
Debemos cruzarlo, algo que no supone ningún problema hoy porque su caudal aquí es bajo, para después de pasarlo tomar a la derecha y reencontrarnos con le Refugio de Pineta donde empezó nuestra travesía 5 días antes.
Aquí acaban cinco días de caminatas en los que hemos conocido buena parte del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, durante los cuales nos hemos olvidado de los problemas y trajines del día a día y de los teléfonos (apenas hemos encontrado cobertura). Aquí nos hemos encontrando con el placer que supone para la vista estos paisajes, la tranquilidad y gusto de caminar en silencio entre bosques y valles en los que sólo el ruido del agua o los pájaros alteran ese silencio. Y el placer que yo he tenido de poder disfrutar todo esto con mi hermano, al que propuse un año antes hacer conmigo esta travesía. No podía haber encontrado mejor compañero de camino.
Finalmente hemos recorrido unos 75 km. en cinco etapas bastante bien repartidas, con muchísima suerte en cuanto al clima, ya que no nos ha llegado a caer ninguna tormenta y damos por finalizado con éxito el Tour Ordesa.
Recogemos el coche que teníamos aparcado junto al Refugio de Pineta y bajamos hasta Bielsa donde comemos y nos refrescamos por dentro, haciendo tiempo para retomar el camino de vuelta a casa.
Aqui abajo dejo más fotos y el track en unos enlaces.
desde Punta de la Olas, derecha Cañon de Añisclo, Izquierda Valle de Pineta |
mapa y gráfica de ruta |
Otros datos de la ruta:
Desnivel subiendo: 1040 m.
Desnivel bajando: 1600 m.
Tipo de ruta:
Senderos emboscados 30%
Sendas de alta montaña: 70%
Señalización: Existe buena señalización con marcas de pintura de GR en todo el recorrido.
Fuentes en la ruta: En el km 11 hay una fuentecilla, pero hay torrentes de la zona del rincón de las Olas en los que se puede tomar agua limpia.
Observaciones: Fuerte ascensión a la Punta de las Olas. Durísimo y pesado descenso por senda estrecha compleja muy vertical, a partir de Collado de Añisclo.
Inicio de la ruta:
Con la ilusión de afrontar nuestra última jornada de esta travesía de montaña, nos levantamos en el refugio de Goriz sobre las 7 de la mañana, donde desayunamos bien para afrontar una etapa que promete ser completa.
Alrededor de las 8 de la mañana, una vez recogido el equipaje,nos cargamos la mochila a la espalada, desplegamos los bastones y caminamos al frente, dejando a nuestra espalda la puerta del refugio. Seguimos las marcas de pintura rojo y blanco del GR11 que nos guiara hasta el refugio de Pineta (fin de esta etapa).
El sendero perfectamente marcado y sin apenas desnivel en su inicio, nos acerca pronto al Collado de Arrablo, también conocido como Collado de Goriz, al que tenemos que subir unos metros en el último tramo para coronarlo.
Los 2 km. que separan el refugio de Goriz del collado del mismo nombre los hacemos rápido y bajo la sombra del Monte Perdido.
Al llegar al collado coincidimos con un grupo de unos 8 o 10 catalanes que llevan el mismo rumbo que nosotros.
Collado de Arrablo o de Goriz |
Suavemente empezamos a ascender por una ladera pelada de vegetación.
A nuestra espalda queda y bastante retirado el impresionante valle de Ordesa por el que ayer caminamos y que hoy podemos completar su amplitud desde arriba.
El GR11 discurre por la zona de los Mallos de Lacay en sombra a esta hora de la mañana, y el camino parece no tener paso hacia la zona por donde nos dirigimos, pero poco a poco la senda encuentra paso por la pronunciada ladera que nos permite ir ganando altura. El camino es muy expuesto y poco recomendado para personas con vértigo. En esta época ya no queda nieve ni hielo en esta zona, pero imaginamos lo difícil que debe ser pasar por aquí con nieve.
Cañón de Añiclo |
Tras un tramo de subida empezamos a llanear con impresionantes vistas del Cañon de Añisclo que va quedando a nuestra derecha.
En el punto en el que el camino parece llegar al precipicio del mencionado cañón encontramos la subida (sin señalizar) a la Punta de las Olas.
Aquí dejamos momentáneamente el GR para hacer la ascensión a la cima mencionada.
subida a Punta de las Olas |
Poco más de 300 m de desnivel en 1,2 km. de subida que hacemos rápido aprovechando que todavía no hace mucha calor y que hemos dejado las mochilas junto a unas rocas al inicio, nos permiten llegar a este pico de 3022 m. de altitud.
Las impresionantes vistas desde la parte alta valen la pena este esfuerzo añadido a nuestra travesía.
Cañon de Añisclo y Valle de Ordesa |
El Monte Perdido desde la Punta de las Olas |
Ahora caminamos a la izquierda por la conocida como Faja de las Olas que deja a la derecha los precipicios del cañón y nos introduce hacia el Rincón de las Olas. En principio el sendero llanea por la ladera, pero pronto nos hace subir un poco por zona incómoda muy pedregosa en la que encontramos tramos equipados con cadenas para subir o bajar, ya que el recorrido de este rincón es muy resbaladizo y con tramos muy expuestos y arriesgados. Gracias a las cadenas se puede pasar con seguridad.
El camino sigue siempre señalizado con las marcas del GR que son de gran ayuda, así como algunos hitos de piedrecitas. Pasamos junto a paredes por las que bajan chorros de agua en los que agradecemos mojarnos ya que el calor empieza a apretar, pero el agua también complica el camino ya que lo hace resbaladizo por lo que hay que ir despacio y muy atento.
Poco a poco vamos saliendo de este rincón para acercarnos a la Collata de las Olas o de los Maquis desde donde empezamos a ver a nuestra izquierda el Valle de Pineta.
hacia el Collado de Añisclo |
El camino se vuelve un poco más cómodo hasta llegar al Collado de Añiscló, donde el sendero coincide con el que sube por el cañón.
bajando desde el Collado de Añisclo |
La ladera pelada nos permite ver bien hacia donde vamos y muy lejos vemos todavía el río Cinca hasta el que tenemos que llegar, pero agradecemos que lo que nos queda sea descenso, ya que a estas horas del medio día, cuando estamos bajando el sol pega y fuerte.
hacia el Valle de Pineta |
A mitad de bajada, por esta infernal ladera encontramos una fuentecilla con agua fresca que nos parece un regalo caído del cielo, donde no esperábamos encontrar nada de agua.
Está situada a la altura de los primeros árboles que encontramos en la bajada, bajo los cuales aprovechamos para hacer un poco de parada y avituallamiento para aguantar hasta llegar a Bielsa donde pensamos comer una vez finalizada la travesía.
fuente en la ladera del Valle de Pineta |
Los pinos dan paso a grandes hayas que nos protegen del sol, pero el calor y la humedad endurecen esta compleja bajada. Hay tramos en los que tenemos que plegar los bastones para utilizar las manos ya que el sendero es casi inexistente y el paso entre árboles o rocas obliga a ponerse de culo para no caer.
refrescándonos en el Barranco de la Solana |
La senda va perdiendo fuerza conforme se acerca al río, para acabar llaneando cuando ya estamos en el cauce del Rió Cinca.
Debemos cruzarlo, algo que no supone ningún problema hoy porque su caudal aquí es bajo, para después de pasarlo tomar a la derecha y reencontrarnos con le Refugio de Pineta donde empezó nuestra travesía 5 días antes.
cruzando el Río Cinca, Valle de Pineta |
Finalmente hemos recorrido unos 75 km. en cinco etapas bastante bien repartidas, con muchísima suerte en cuanto al clima, ya que no nos ha llegado a caer ninguna tormenta y damos por finalizado con éxito el Tour Ordesa.
Recogemos el coche que teníamos aparcado junto al Refugio de Pineta y bajamos hasta Bielsa donde comemos y nos refrescamos por dentro, haciendo tiempo para retomar el camino de vuelta a casa.
Aqui abajo dejo más fotos y el track en unos enlaces.
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