16.07.17 Tour Vignemale. Dia 2 de la Cabaña del Cerbillonar a Embalse d´Ossoue.

Segunda jornada de la vuelta al Vignemale. Partiendo de la Cabaña o Refugio del Cerbillonar, sigue sendero junto al río Ara por el GR 11 primero y luego recto hasta llegar al Circo de Ara. Sube al Coll des Oulettes entrando en Francia y baja al Refugido de Oulettes de Gaube. Continúa subiendo la Hourquette de d´Ossoue para bajar hasta el Refugio de Baysellance y desde aquí sigue bajando hasta el Pantano de Ossoue, pasando por el sendero de les Grottes Bellevue, para acabar junto a la presa d´Ossoue.

el Vignemale




Otros datos de la ruta:
Distancia: 18,76 km 
Dificultad física: difícil
Dificultad técnica: moderada
Tipo de ruta: Senderos definidos: 90 %, tramos sin sendero definido: 10  %.
Tipo de señalización: Existen señales y marcas de pintura y señalización del GR 11 al inicio y del GR 10 en gran parte de la ruta, la subida y bajada al Col des Oulettes no esta señalizada más que con hitos, pero es fácil de seguir incluso sin gps.
Cobertura Telefónica:  apenas hay cobertura telefónica en la ruta.
Transito de personas:  Habitual cruzarse con otros senderistas.
Fuentes en la ruta: Si, en Regudio des Oulettes de Gaube km 8,5 y en Refugio de Baysellance km. 13,5 de la ruta. en ambos lugares se puede coger agua potable.
Apta para hacer hacer corriendo: Si.
Apta para hacer en BTT: No.
Apta para hacer con mascotas: No se si está  permitido en el Parque Nacional.
Advertencias:  No hay pasos equipados ni peligrosos, pero la distancia y desnivel acumulado hace que la ruta sea considerada como dura, más cuando se carga con mochila pesada.

Descripción de la ruta:
Nuestro segundo día en los Pirineos empieza prontom, como debe ser en la montaña. Son aproximadamente las 7 de la mañana cuando empezamos a salir de nuestras tiendas, a la vez que el sol empieza a despuntar por encima de las cimas montañosas que nos rodean. Despertar en plena naturaleza es una gozada que muy pocas veces se puede disfrutar. La temperatura se mantuvo sin bajar demasiado durante la noche y nos ha permitido dormir sin pasar frio, apenas.
Nos lavamos la cara en las frias aguas del torrente que tenemos al lado, recogemos nuestras tiendas y desayunamos sentados sobre la pradera antes de iniciar nuestra jornada.
Poco antes de las 8 de la mañana tras cargarnos las pesadas mochilas a la espalda, empezamos a caminar en sentido ascendente, continuando con la misma dirección que llevabamos el día anterior, siguiendo siempre por la derecha del  río Ara.
Partimos desde algo más de 1800 m. de altitud y nuestra primera meta de hoy se encuentra a algo mas de 2600 m. (el Col des Oulettes) con lo cual debemos superar los 800 m. de desnivel positivo en poco más de 6 km.
Con esta idea caminamos sin prisa pero sin pausa ganando altura por la senda que asciende junto al río sin pérdida.  800 m. más adelante vemos a nuestra izquierda el Puente de la Montañeta Bergua, que permite el paso del Ara, pero nosotros lo pasamos de largo siguiendo por la derecha en busca del circo de Ara. A partir de aquí el sendero toma fuerza aunque discurre por praderas verdes de la ladera del río.
Cuando llevamos algo menos de 2,3 km. vemos un antiguo pluviómetro en el valle y poco más arriba el sendero se separa, ya que le GR11 sigue por la izquierda hacia la cascada del río para cruzarlo (sentido a los lagos de Panticosa), pero nuestro camino sigue por la senda más evidente del lado derecho del río, que aquí se vuelve más pronunciado.
Por esta zona nos cruzamos con otros caminantes e incluso algunos corredores de montañas que llevan el sentido opuesto a nosotros. Avanzamos a un ritmo suave disfrutando del valle y de las marmotas que por aquí se ven a montones. Un zorro buscando comida salta entre las rocas al lado opuesto del torrente corriendo a esconderse al detectar nuestra presencia.
A 4,7 km. aproximadamente de la cabaña de donde hemos partido existe un cruce de senderos poco evidente y sin señalizar. Por la izquierda sigue la senda que sube hacia el Coll de los Mulos desde el Cico de Ara y por la derecha el camino que tomamos nosotros hacia el Coll d´Oulettes, por ambos caminos se llega al refugio de Oulettes de Gaube.
Circo de Ara
Subimos por un escarpado sendero que nos deja unos metros más arriba frente al Circo de Ara, el lugar donde nace el río que nos ha acompañado desde el inicio de nuestra travesía. Al llegar a este punto el sol lo ilumina ya por completo y disfrutamos del espectáculo de este lugar antes de iniciar la fuerte subida por la derecha que nos llevará al Col d´Oulettes.
Aquí el camino es menos evidente y hay que seguir algunos hitos de piedras que nos guiarán a la cima del collado. La trepada es fuerte y avanzamos sobre las rocas que junto a un pequeño torrente nos permiten superar el gran desnivel en poco tramo. Sin demasiado problema llegamos arriba en poco rato debido a que es temprano y el sol todavía no nos da de lleno. El torrente nos permite refrescarnos y tomar agua durante el ascenso para beberla en el collado, donde a llegar  quedamos fascinados ante el paisaje que la cara francesa de los Pirines nos ofrece desde este lugar.
glaciares bajo el Vignemale visto desde Col des Oulettes
El Col des Oulettes (2615 m.) hace frontera natural de España con Francia  y desde el mismo divisamos ya a la derecha el imponente Vignemale   y parte de sus glaciares. A los pies del mismo divisamos el refugio de Oulettes, al que nos dirigiremos tras retomar las fuerzas.
bajando del Col des Outlettes
Reposamos unos minutos antes iniciar el descenso, tan brusco como la subida, en el que debemos prestar atención a los resbalones, una caída por estas laderas puede ser peligrosa, ya que la senda es muy escarpada y pedregosa. Por ese motivo se hace lenta la bajada en ella pasamos zonas con piedras, zonas con nieve y finalmente praderas que nos dejan en la parte baja, por donde discurre el agua que baja de los glaciares formando riachuelos.
Una vez en el valle nos toca cruzar el rio para poder acceder al refugio, en el que nos despojamos de las mochilas y descansamos.
Son alrededor de las 12 de la mañana y aquí teníamos reservado un picnic para llevar, el cual sería nuestra comida de medio día que pensabamos comerlo un poco más adelante, pero tras reposar un rato decidimos comerlo aquí y así no cargar con la comida.
El picnic que nos habían preparado en este refugio y que tenía un coste de 10 € creo, consistía en una bolsa con un sanwich de pan de molde de dos rebanadas con embutido, una bolsa de patatas pequeña, una lata con una ensalada fría, un bollito dulce, una barrita de cereales y una manzana, sin bebida. No estaba mal, pero lo suyo hubiese sido incluir algún refresco.
Total que compramos nuestro refresco y comemos en la terraza del refugio, con una estampa fabulosa del Vignemale. Había mucha gente a esa hora que igual que nosotros hacía una parada en su ruta aprovechando las instalaciones del refugio (lavabos wc  o comedor), antes de continuar, normalmente en sentido ascendente, ya que está rodeado de montañas.
Tras el descanso y almuerzo llenamos las cantimploras en la fuente del refugio y nos disponemos a  continuar nuestra ruta, en este caso por un sendero que se toma a la izquierda, según se mira hacia el Vignemales.
Impresiona a esta hora con el sol de lleno ver lo que nos espera subir, pero aquí hemos venido a caminar y recorrer montaña, no a tomar el sol en la terraza.
Debemos seguir las marcas de pintura (banco y rojo) del GR10 que desde aquí nos guiarán el resto de nuestra travesía.
El sendero asciende fuerte formando enormes Zs que ayudan a superar el desnivel. Contra las altas temperatura tenemos a nuestro favor los torrentes de agua fría que vamos encontrando, en los que nos vamos refrescando cada poco rato.
El imponente macizo rocoso (Vignemale) al que nos acercamos cada vez más, nos sorprende con enormes crujidos del deshielo de sus glaciares, del que caen bloques de hielo con estruendos que asustan.
La subida se nos hace dura, principalmente por el gran calor del medio día, pero poco a poco el valle va alejándose y nosotros nos acercamos al collado Hourquette d´Ossoue (2734 m) al que accedemos tras un último tramo de pedrera muy empinada, en el  que nos hace sacar fuerzas de donde pensábamos que ya no las teníamos.
Por el camino hemos podido contemplar los lagos de de Arraillé que se forman con el deshielo.
En la parte alta del collado coincidimos con varios grupos de senderistas, unos que suben por donde nosotros, otros que vienen en sentido contrario y otros que bajan del Petit Vignemale, al cual se puede acceder desde aquí.
Refugio de Baysellance dese Horquette d´Ossoue
Las vistas hacia el lado opuesto del que subimos son fantásticas, se extiende una serie de macizos montañosos hasta buena parte de lo que alcanza nuestra vista. Y muy cerca, un poco más abajo se encuentra el Refugio de Baysellance, el más elevado del Pirineo  situado a 2651 m. de altitud.
Tras descansar aquí arriba unos minutos, reemprendemos el camino para descender los metros que nos separan del refugio, al que llegamos en unos 10 minutos sin ningún problema.
Refugio de Baysellance
fuente en Refugio de Baysellance
Al refugio de Baysellance habíamos llamado antes de iniciar nuestra travesía para hacer la reserva del picnic que queríamos recoger para la cena, pero al llamar nos comentaron que no era necesario reservan que nos podían hacer el picnic o bocata cuando pasáramos. Pero a nuestra llegada y pedirle que nos lo hicieran nos pusieron cara de extrañados como si no fuera posible, finalmente conseguimos que nos hicieran unos bocadillos (por decir algo), solo podía ser sanwich en el que no había la posibilidad de mezclar por ejemplo jamón con queso pero si podíamos comprar uno de jamón y otro de queso (quien lo entienda.....). En fin el caso es que nos hicieron un sanwich diminuto con un pan negro duro como una piedra que resignados echamos en nuestras mochilas para alimentarnos con él a la hora de la cena y por él nos soplaron 5 €.
El Refugio de Baysellance tiene una de las mejores vistas de todos los refugios del Pirineo y desde él se puede contemplar hasta parte del Circ de Gavarnié.
Nos estiramos un rato sobre la hierba antes de iniciar el gran descenso que nos espera para llegar al Pantano d´Ossoue, del que nos separan unos 6 km. y cerca de 900 m. de desnivel.
bajando hacia presa d´Ossoue
La bajada, que parte desde la puerta del refugio, a pesar de ser muy pronunciada carece de dificultad en casi ningún tramo, ya que el sendero zigzaguea por la ladera haciendo cómodo el descenso.
Disfrutamos enormemente del paisaje a la vez que bajamos, pero lo hacemos a un ritmo bastante suave, ya que a un miembro del grupo se la han roto las zapatillas y las ha tenido que remendar con cinta americana para evitar que la suela se terminara de soltar.
glaciar d´Ossoue, bajo el Vignemale
Empezó a caminar el día de ayer con unas zapatillas de deporte de buena marca, que aparentemente estaban en muy buen estado, tenían poco uso y a simple vista parecían nuevas. El caso es que tenían bastantes años y eso ha motivado que con el calor y la presión de caminar sobre las rocas la cola de la suela se deshiciera y acabara soltándose casi por completo.
aspecto del calzado al principio y al finalizar la travesía.
Sirva esto de lección para cualquiera que esté pensando hacer una travesía y no tenga claro si el calzado que lleva está en condiciones óptimas. Las botas o zapatillas también caducan, y aunque el aspecto del calzado pueda parecer bueno, un zapato antiguo no es apto para enfrascarse en una travesía de montaña en la que no existe la posibilidad de tener repuesto, no es algo con lo que se deba uno arriesgar. El calzado seguramente es lo más importante en una travesía de este tipo, ni puede ser nuevo sin estrenar porque puede hacernos daño al amoldarse, ni puede ser demasiado viejo que nos pueda dejar tirado.
La suerte en este caso fue disponer de cinta americana y unos cordeles que permitieron hacer unos remiendos que a pesar de la dificultad le permitieron llegar al final de la ruta.
Grottes Bellevue o de Rusell
Pero poco a poco vamos descendiendo esta inacabable bajada en la que pasamos junto a unas cuevas o refugios excavados en la roca, conocidas como Grottes Bellevue, en la que seguramente más de uno pasa la noche en esta época durante su travesía. Foman parte de un grupo de 7 grutas artificiales mandadas excavar por un explorador frances llamado Henry Rusell y que servirian de apoyo en las ascensiones al Vignemale.
cogiendo agua en los torrentes bajo el Vignemale
Son correctamente dos grutas una al lado de otra y a pie de sendero, separadas aproximadamente 1 k. del refugio de Baysellance.
Pronto empezamos a ver abajo la lengua de la presa d´Ossoue, hacia la que nos dirigimos, así gran parte del largo sendero de bajada que nos queda y que discurre por una zona preciosa de laderas junto a torrentes en los que nos permitimos refrescarnos y aprovisionarnos de agua.
Llevamos en nuestra mochila para esta travesía, pastilla potabilizadoras de agua que nos permiten garantizar que el agua que cogemos de los ríos o torrentes no nos harán daño al beberla, ya que en gran parte de la travesía nos no vamos a encontrar fuentes y en esta época el cuerpo nos pide mucho líquido.
Poco más abajo atravesaremos tramos con capas de nieve congelada que cruzamos con cuidado pero sin complicación y disfrutamos de los espectaculares saltos de agua que se forman tras el deshielo.
Después de todo el día subiendo y bajando, con bastantes kilómetros en las piernas y el peso de la mochila, este descenso nos parece que nunca acaba, y a pesar de ver cerca el valle donde se ubica el pantano, no acabamos de llegar al mismo.
Y poco antes de llegar al final, pasamos junto a una gran cascada que pone el broche final a este precioso sendero.
Esta eterna bajada acaba en  un puente que permite cruzar el río (Ruisseau des Oulettes) que alimenta el embalse. Tras el puente la senda continúa por el lado izquierdo del río en dirección a la presa que vemos al frente.
Se trata de un pequeño embalse que según parece recoge el agua del deshielo durante el día y la suelta por la noche (eso pudimos comprobar después).
Desde el puente caminamos 1 km. aproximadamente hasta que encontramos un lugar adecuado para acampar y descansar de esta dura jornada. La presa está poco más adelante y junto a ella hay un refugio libre, pero nosotros montamos nuestras tiendas de campaña sobre la pradera y cerca del río que nos permite refrescarnos y asearnos.

El lugar es ideal para descansar tras una dura jornada, aunque no demasiado aconsejable por estar en una zona en la que si se desencadenara una tormenta podría inundarse pronto. Pero la hierba de la pradera es un magnifico colchón para dormir y el paisaje no puede ser más idílico. Igual que nosotros han pensado otros grupos de caminantes que por los alrededores se han ido instalando también.
embalse d´Ossoue
Acabamos nuestro recorrido de hoy tras más de 10 horas desde que partimos de la cabaña del Cerbillonar y habiendo recorrido casi 19 km. con cerca de 1500 m. de desnivel positivo acumulado. Ha sido una jornada completa y excesivamente calurosa, lo que ha ha endurecido aún mas. 
Tras montar el campamento y asearnos sacamos la cena y damos cuenta de nuestros víveres que nos saben a gloria. Casi perdemos las muelas al masticar el sanwich que nos prepararon en el Refugio de Baysellance, pero no había mucho mas y acabó pasando.
El sol tarda en ponerse y es todo un espectáculo verlo ocultarse entre estas montañas que nos rodean. A las 10.00 aproximadamente nos metemos en las tiendas donde pasaremos la noche pensando en afrontar otra jornada de montaña al día siguiente.
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https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=18707088                                            https://goo.gl/photos/CguEtaaAUYQ7KYjn9
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día 1 de la travesía
 día 3 de la travesía

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