05.07.21 Travesía de Los Tres Refugios del Parque Natural de Posets-Maladeta.

Día 1: Llegada al Valle de Benasque y aproximación para inicio de la travesía. 

Día de aproximación para realizar la travesía circular de los Tres Refugios del Parque Natural de Posets-Maladeta, que iniciaremos al día siguiente y en sentido horario desde el Refugio de Angel Orus.

Eriste (Huesca)

Lunes 05.07.21 Llegamos sobre las 13,00 h. a Eriste, un precioso pueblecito situado 3 km. por debajo de Benasque (Huesca). Dejamos el coche aparcado junto a la carretera, comemos  y con la fresca, jjjj (15,00 h.) atravesamos el pueblo para salir por la parte alta del mismo, tomando el Camino de Tramarrius que nos conducirá sin complicación ni duda hacia  el refugio guardado Ángel Orus. 

Hay que tener en cuenta que no es necesario hacer todo este recorrido a pie ya que desde Eriste, parte un microbús que sube hasta el parking que hay junto a la cascada de Espigantosa a unos 3,6 km. del Refugio. En invierno es posible subir en vehículo particular pero en verano creo que este camino solo está abierto para servicios.

El recorrido desde Eriste está perfectamente señalizado y no es necesario para este tramo hacer uso de track para orientarse. El camino inicia con un precioso sendero empedrado entre campos de cereal, el cual va adentrándose en el bosque a la vez que gana altura. A pesar de ser medio día en julio, no pasamos calor, porque el valle en gran parte está a la sombra.

Después de  dos kms. por sendero y camino llegamos al Puente de Tramarrius, bajo el cual discurre el caudaloso río Aigüeta formando un tobogán que acaba en una atractiva poza de agua turquesa cristalina, por la que somos incapaces de pasar sin darnos un chapuzón. Es difícil mantenerse en el agua por la temperatura tan baja de la misma, pero a nosotros nos encanta el agua de los ríos y el baño en estas travesías suele estar garantizado.

Puente de Tramarrius

Hemos tardado sólo media hora en hacer este tramo cómodo de dos kilómetros hasta el puente, y desde aquí tomamos el camino ancho y apto para vehículos, que sube durante dos kilómetros más junto al rio, recorriendo la garganta hasta llegar a la cascada de Espigantosa. 

Delante de la magnífica cascada que baja de la ladera izquierda del valle acaba la pista y

a partir de aquí, cruzando un puente que nos permite pasar al lado opuesto del río, empezamos a subir por un sendero espectacular que nos exige estar en buena forma física para poder hacerlo a buen ritmo.

Cascada de Espigantosa

El hermoso paisaje y el fuerte desnivel de la subida nos obliga a parar cada cierto tiempo. No obstante, la primera parte de esta senda que discurre junto al río por zona muy sombría, es mas o menos llevadera. Caminamos entre un denso bosque en el que  encontraremos una pequeña fuente en el lado izquierdo del camino, que es fácil que no la veamos si no estamos atentos, ya que carece de señalización. Es es un buen punto para aprovisionarse de agua o refrescase para poder superar el resto de ascensión hasta el refugio.

Disfrutando de los saltos de agua que forma el rio entre las rocas, y sin apenas darnos cuenta, nos alejamos del torrente para iniciar un inacabable zigzagueo por estrecho sendero que sube muy vertical, abriéndose paso entre los grandes pinos para alcanzar la cota de 2080 m. aproximadamente a la que se encuentra el refugio. 


Los dos últimos kilómetros de este recorrido se hacen duros, ya que entre Eriste y el refugio existe 1000 m. de desnivel, que acaba haciendo mella en las piernas. 

Finalmente empezamos a ver el refugio de Angel Orus entre los árboles cuando ya estamos a unos 200 m. del mismo y con un último esfuerzo alcanzamos el destino de esta jornada de aproximación, que nos ha costado dos horas y media aproximadamente sin demasiada parada.

Refugio Angel Orus

El refugio de Angel Orus, está perfectamente ubicado con vistas increíbles hacia el valle por el que hemos subido y hacia la Tuca des Cobets, que se muestra al frente. Es un lugar muy bien  atendido, cómodo y con un servicio excepcional que nos permitió rápidamente instalarnos y asearnos fácilmente ya que dispone de habitaciones  para grupos pequeños con baño y ducha en su interior, algo muy raro de encontrar en refugio de montaña.

A las 20,00 h. los tres platos de cena copiosa y sabrosa que nos sirvieron en este refugio, nos ayudaron a recuperar las fuerzas, qué serian muy necesarias para iniciar la travesía al día siguiente en dirección al Refugio de Viados.



INFORMACIÓN ADICIONAL:

Ref. Angel Orus

Teléfono:974 344 044

E-mail:info@refugioangelorus.com

Web:www.refugioangelorus.com

Servicios:Duchas, agua caliente, bar, servicio de comidas.

Cobertura móvil: Si





En los siguientes enlaces podréis ver el track del recorrido y muchas más fotos del mismo.

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Día 2, Del Refugio Angel Orus al Refugio de Viados, con subida al Pico de la Forqueta y visita al Ibón de Millares. 


Martes 06.07.21, aquí empieza realmente esta travesía circular que consiste en recorrer el parque natural de Posets Maladeta uniendo los tres refugios que lo rodean.

Son aproximadamente las 6,30 h. de la mañana cuando saltamos de las literas del refugio, nos aseamos y bajamos a desayunar. 

El día está despejado pero la previsión es de posibles lluvias por la tarde, algo de lo mas normal en el Pirineo, así que no nos entretendremos mucho en iniciar el camino.

El desayuno en el refugio está compuesto de cafe con leche, zumo, tostadas con mantequilla y mermelada o nocilla, galletas y magdalenas, lo peor el pan, ya que es tostada de pan de molde en paquetitos, tan débil que resulta imposible untar nada en él sin que se rompa.

Sobre las 7,30 h.  salimos del refugio con la mochila a la espalda y las botellas llenas de agua. para afrontar los cerca de 14 km. que nos esperan.

Por la parte trasera del refugio de Orus parte la senda que sube hacia el Ibón de Llardaneta, este sendero que asciende de forma progresiva pero llevadera llega a enlazar con el GR11-2 a poco más de 1 km. 

Cuando llegamos al cruce señalizado vemos que por la derecha sube hacia el Collado de la Plana en dirección a Refugio de Estos y por la izquierda hacia el Refugio de Viados y Collado de Eriste o de la Forqueta, que es hacia donde nos dirigimos nosotros.

El camino alterna grandes bloques de roca lisa por la que se camina bien y sin problemas, con zonas de tierra y se va adentrando en el Valle de Llardaneta. Arriba al frente tenemos el Posets y otros tresmiles  menos conocidos.

Tras un rato de subida cómoda llegamos al Ibón de Llardaneta, que rodeamos para iniciar la subida pronunciada al Collado de Eriste. Es un tramo de unos 300 m. con un fuerte desnivel de tierra y piedra fina que nos obliga a sacar todas nuestras fuerzas para alcanzar el collado, situado a 2863 m. 

Nosotros en este punto tomamos aire y un poco de agua durante unos minutos y en vez de bajar, subimos a la izquierda hasta el Pico de la forqueta, al que hay que llegar cresteando y haciendo uso de la manos para alcanzar sus 3011 m. 

La Forqueta es una cima sencilla que se hace en poco rato, unos 15 minutos desde el collado, no existe marcas en la senda, ya que prácticamente consiste en seguir la cresta y trepar por bloques, pero es muy intuitiva debido a que se distingue la huella que dejan las personan que lo coronan.  

Tras la foto de cima bajamos nuevamente al collado para iniciar un tremendo descenso por una ladera pedregosa, por la que nos encontramos bastantes senderistas en sentido opuesto al nuestro. Parece ser que esta travesía la hace más gente en sentido contrario al que hemos decidido hacerla nosotros. 

Inicialmente atravesamos algunas zonas con nieve dura, que como está bastante pisada nos permiten cruzar con seguridad sin necesidad de crampones.

Hay que hacer uso de los bastones durante la bajada para no resbalar en bastantes tramos, y cuando las piedras van dando paso a la zona de pradera verde encontramos el cruce señalizado que por la izquierda nos permite acercarnos a visitar el Ibón de Millares, situado a poco mas de 500 m. del cruce. 

Parte del grupo decide sentarse sobre la hierba a almorzar parte del picnic que hemos cogido en el refugio y dos de nosotros dejamos las mochilas y nos acercamos prácticamente corriendo a ver el mencionado Ibón, que recomiendo visitar. Da un poco de palo desacero el camino pero sólo hay que sumar 1 km. a la ruta del día que no es larga. 

El bocata que nos pusieron en el refugio estaba buenísimo y más cuando llevas mas de 7 km. y mas 1000 m de desnivel subiendo.

Tras el almuerzo con mucha tranquilidad continuamos bajando por el valle que desemboca en el Barranco de la Ribereta. Es una preciosos recorrido que poco a poco va perdiendo desnivel a la vez que se adentra en el bosque y atraviesa praderas con vistas al refugio de Viados, el cual vemos desde bien lejos.

Los últimos kilómetros son muy cómodos y nos ayudan a relajar un poco las piernas tras el duro descenso que carga las rodillas y músculos de las pantorrillas.

A algo menos de 1 km. del refugio dejamos la ribereta y cruzamos un torrente por un puente que nos permite enlazar con el camino de las Bordas de Viadós. Este camino nos dejará en pocos minutos en las puertas del refugio de Viadós donde nuestras etapa finaliza.

Son alrededor de las 14,00 h. y nos toca esperar hasta las 15,00 para que nos permitan registrarnos y hospedarnos en el refugio, así que nos estiramos en la hierba delante del mismo, y aquí mismo comemos y descansamos.

La tarde la pasamos paseando por los alrededores disfrutando del precioso entorno de este refugio. Como en el refugio no hay cobertura de móvil subimos unos 500  metros por un sendero que parte por la parte posterior del edifico y conseguimos pillar cobertura para enviar algún mensaje a la familia.

El refugio cuenta con dos duchas por las que hay que pagar 2 euros si queremos hacer uso de ellas.

La cena a las 20,00 h. nos pareció bastante buena, aunque quizá  algo justa de cantidad, el desayuno a la mañana siguiente, similar al del refugio anterior. 


INFORMACIÓN ADICIONAL.


Ref. Viadós 

Teléfono:974 341 613

E-mail:refugio@viados.es

Web:www.viados.es

Servicios:Duchas, agua caliente, bar, servicio de comidas, cabina telefónica.

Cobertura móvil: no.




En los siguientes enlaces podréis ver el track del recorrido y muchas más fotos del mismo.

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Día 3: Segunda etapa de la travesía, del Refugio de Viadós al Refugio de Estós. 


Miércoles 07.07.21, es el segundo día que amanecemos en el Pirineo, como es normal madrugamos y a las 07,00 h. estamos dando cuenta del desayuno. Al acabar recogemos el Picnic que habíamos encargado y que será nuestro sustento hasta la hora de la cena en el siguiente refugio. Una vez equipados y con las mochilas cargadas emprendemos el camino siguiendo el GR 11 en dirección al Refugio de Estós

El camino empieza cómodo y con poco desnivel, atravesamos una pequeña pista forestal por la que llegamos la tarde anterior y que discurre entre las Bordas de Viadós, hasta encontrar el cruce que nos indica recto, hacia nuestro destino. 

El recorrido se convierte en un bonito sendero, que suavemente asciende por la ladera verde con el barranco del Río Cinqueta a nuestra derecha.

El ruido del fuerte caudal del agua del rio nos acompaña durante al menos unas dos horas, que tardamos en llegar a la zona de Añes Cruces, donde tras perder un poco de altura, cruzamos por un puente de troncos para comenzar a ascender por la ladera derecha del Barranco de Chistau, hacia el puerto del mismo nombre.

Es una subida bastante cómoda, a pesar del fuerte desnivel, en gran parte por terreno verde sin mucha piedra, que permite avanzar a buen ritmo y por el cual en casi una hora alcanzamos el collado.

En el Puerto de Chistau o de Estós,  hacemos una parada para almorzar aprovechando la buena mañana que tenemos, con vistas hacia el valle contrario, el de Estós.  

El descenso no es tan cómodo como la subida, ya que discurre por zona de pedrera, pero como es piedra fina, no resulta demasiado incómoda para bajar. 

La piedra va quedando atrás conforme nos vamos adentrando en el valle y el gris de la piedra se convierte en verde por el que discurren infinidad de torrentes provenientes de ambos lados del Valle.

Igual que el primer día, el recorrido perfectamente marcado y señalizado con pinturas del GR11, nos garantiza en todo momento que vamos por el camino correcto sin necesidad de usar el GPS. Este recorrido entre refugios no da lugar a dudas de ningún tipo, al menos en esta época en la que no hay nieve por la senda. 

Infinidad de marmotas viven en las laderas de este valle y corretean a nuestro paso, algo que nos hace el descenso muy entretenido y divertido.


El sendero discurre en todo momento con el río Estós a la derecha y a mitad de camino entre el puerto y el refugio de Estós, pasamos al lado de la Cascada de Clarabide, un majestuoso salto de agua, que nos obliga a desviarnos unos metros del sendero para adentrarnos en la garganta para verla de cerca. 

A partir de esta cascada, el sendero mucho más amable, va perdiendo altura y se adentra entre pinos por una zona muy verde en la que abundan las flores. Es como un jardín botánico, en la que encontramos diferentes tipos de arbustos y árboles.


Sin dificultad nos vamos acercando al refugio cerca de la hora de la comida y aprovechamos para bajar al rio antes de acabar el trayecto para refrescarnos en las frías aguas del torrente. 

Antes de las 14,00 h. estamos en el Refugio de Estós, donde finaliza nuestro trayecto del segundo día.

Comemos al sol delante del refugio y después nos registramos en el mismo, despojándonos de las pesadas mochilas. 


La tarde discurre relajada, nos entretenemos paseando por los alrededores del refugio, conociendo el entorno y observando algunos animales que pastan por las laderas situadas en la zona.

Este refugio cuenta con dos duchas con agua caliente, sin precio adicional, aunque están situadas fuera del edificio y unos lavabos en un pequeño edificio también apartados del principal. Nos pareció el refugio menos cómodo de los tres por los que hemos pasamos, únicamente por el hecho de que los lavabos están fuera y de que los WC son letrinas, que resultan algo incomodas cuando llegas con las piernas muy cansadas. Pero en la montaña, alejados de la población, todo esto son lujos, hay que admitirlo. 


La cena en este refugio se sirvió a las 19,15 h., fueron tres platos que nos estuvieron buenísimos y nos resultaron bastante copiosos, a demás del yogur de postre. Como suele ser habitual en los refugios de montaña la cena es la comida principal y en la mayoría de ellos bastante buena y suficiente para recuperarse tras una jornada recorriendo montañas.


INFORMACIÓN ADICIONAL:

Ref. Viados 

Teléfono:974 341 613

E-mail:refugio@viados.es

Web:www.viados.es

Servicios:Duchas, agua caliente, bar, servicio de comidas.

Cobertura móvi: No

Los detalles del track de este último día podéis verlos y descargarlos en el enlace de aquí abajo, así como muchas más fotos del recorrido.

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Día 4: Tercera etapa de la travesía, del Refugio de Estós al Refugio de Angel Orús y bajada a Eriste.


Jueves 08.08.21, nuestro cuarto día en el Pirineo y  tercera mañana que amanecemos en las montañas. El madrugón está siempre garantizado en los refugios de montaña. Aunque no tengas prisa aquí la vida empieza al salir el sol y nosotros a las 7,30 h. ya estamos dando cuenta del desayuno, que fue similar al de los refugios anteriores. 

El sol despunta en las montañas, pero no entra en el Valle de Estós hasta más tarde, no obstante ya vemos que tendremos un día de sol y calor por delante.  Hemos tenido suerte y ninguno de los días que llevamos recorriendo este parque natural nos ha pillado la tormenta caminando. Hemos visto llover como es normal, pero ya bajo cobijo del refugio.

Hemos pensado hoy no recoger picnic para el día porque tenemos previsto llegar al medio día al refugio de Orus y allí comeremos al finalizar esta circular. De esta forma el peso en la espalda se aligera y se sube más alegremente.

Saliendo del refugio hacia el frente, baja un caminito en dirección al valle, el cual enseguida abandonamos , ya que encontramos el desvío a la derecha hacia Refugio de Orús. 

Un sendero estrecho baja hasta el río y lo cruza por un puente metálico para inmediatamente subir hacia la ladera contraria. Una subida brusca pero no muy larga, que pronto nos coloca en una posición más elevada que el refugio que acabamos de abandonar, con buenas vistas del mismo.

Hemos subido desde 1880 m. del refugio a casi 2000, por donde el sendero GR11-2 discurre planeando entre un precioso bosque de pinos, perdiendo poca altura muy  suavemente. 

ibonet de Batisielles
El recorrido muy cómodo y gratificante inicialmente nos hace rodear la montaña en sentido de las agujas del reloj, dejando el valle de Estós siempre a nuestra izquierda. 

Da gusto ver torrentes de agua por todas partes que bajan de las laderas de la montaña para alimentar el rio. La senda a pesar de estar muy marcada y bien señalizada, no se ve demasiado despejada en esta época, se nota que todavía no ha caminado este año mucha gente por ella.

Después de 4,5 km. de camino cómodo sin ganancia de altitud, atravesando un fascinante bosque, alcanzamos el punto donde se ubica el Ibonet de Batisielles. 

En dicho lugar hay un cruce  de senderos donde nos encontramos con personas que suben por la izquierda desde un parking que hay a unos 3 km. en el Valle de Estós, con la intención de hacer una circular por los ibones, una ruta bastante común por lo que deducimos.

Tomamos agua y sin demora reanudamos la marcha, nos espera a partir de este ibón una fuerte ascensión que nos llevará, tras varias treguas hasta los 2,703 m. del collado de La Plana.

Primero encaramos 1,1 km. de subida sin descanso por pedrera mayoritariamente, hasta el Ibón de Batisielles, donde volvemos a ver el verde de la pradera alrededor del lago.  Es un buen lugar para un tentempié y nosotros aprovechamos este idílico lugar para retomar algo de fuerza con las pocas provisiones que quedan en nuestras mochilas.

De nuevo subimos, aunque ahora sin demasiada brusquedad hasta llegar a un pequeño Ibón a los pies de una gran ladera de bloques de roca por los que las pinturas del GR nos indican que debemos subir.

La trepada usando manos y pies, quita el aliento, ademas de la dureza de trepar por bloques rocosos, hay que ir muy pendientes a las marcas de pintura, ya que no existe senda y es fácil perder el recorrido adecuado.

No obstante son sólo 500 m. aproximadamente de zona rocosa hasta alcanzar un pequeño collado por el que le camino nos dará nuevamente una tregua, la subida a pesar de ser dura se hace entretenida. 

En este punto hay que estar atento, ya que existe una senda a izquierda que rodea los ibones para volver hasta el Ibonet de Batisielles, y el GR que sigue por la derecha para continuar subiendo hacia La Plana. Avanzamos cómodamente rodeando bloques de rocas por zonas donde discurre el agua hacia lo ibones y en esta zona tenemos la suerte de encontrarnos con dos Rebecos (Sarrios), que curiosamente se aproximan desde una posición elevada que les da seguridad, para observarnos mientras avanzamos. Una belleza de animales que nos regalan un rato agradable en esta dura subida. 
Collado de La Plana e Ibón

Cuando dejamos atras los rebecos, nos encontramos con una nueva ladera rocosa que debemos superar para llegar al Collado de La Plana. Un collado que celebramos al alcanzar sabiendo que es nuestra última subida de esta travesía.

Las vistas desde el Collado de la Plana son espectaculares tanto en dirección al Aneto con hacia el Posets, al coronar el collado encontramos el precioso Ibón de la Plana, a pocos metros por debajo, el cual debemos rodearlo para encarar el descenso.

Nos afrontamos ahora a largo descenso que inicialmente resulta bastante brusco, hasta llegar al Ibón de Eriste. Este segundo Ibón lo dejamos a nuestra derecha y cruzamos el torrente de agua que proviene del mismo, por encima de las cascadas que bajan hacia el Valle de Eriste. Toca hacer algo de equilibrio incluso superar algunos pasos algo expuestos, no peligrosos para empezar a recorrer una zona de ladera verde que va perdiendo altura algo más suavemente. 

Durante todo el descenso vemos a lo lejos el punto donde nuestra circular acaba. El Refugio de A. Orús donde ansiamos llegar para refrescarnos y comer, pero que nos parece estar cada vez más lejos. Es medio día y el sol calienta de lo lindo, nos mojamos la cabeza en los torrentes y nos vamos hidratando convenientemente porque es una bajada fuerte y el calor aprieta.  Pasamos por delante de la Cabaña de Llardana, que está situada a unos 500 m. del cruce con el sendero que va a La Forqueta.

Una vez llegamos a este cruce, el camino ya lo conocemos y sólo nos queda descender 1,2 km. para alcanzar el refugio. El conocer el camino y tener a tiro de piedra el refugio nos hace activarnos y recorremos este último kilómetro corriendo, entre otras cosas porque son las 14,30 h. y queremos llegar al refugio antes de las 15,00 h. para garantizarnos que no hayan cerrado la cocina. Un descenso divertido saltando de roca en roca, que hacemos en menos 15 minutos a pesar de llevar los pies y piernas ya bastante cansados.

El refugio solitario a esas horas nos recompensa con un delicioso plato combinado que regamos con una cerveza fresca. Un manjar para un día como este, que valoramos y saboreamos gratamente. 

Acabada la comida con café incluido nos volvemos a cargar las mochilas y calzar las botas para cumplir con el propósito de llegar a Eriste. 

Las piernas al iniciar el descenso desde el refugio, parecen no querer reaccionar. Más que músculos parece que tengamos troncos que no permiten apenas movilidad, pero somos conscientes que de les hemos dado un buen tute y  con paso firme y suave nuestras articulaciones vuelven a calentar y a permitirnos avanzar por el escarpado sendero que baja hacia el Valle de Eriste.

La bajada hasta la Cascada de Espigantosa nos parece un sendero desconocido, a pesar de que lo hicimos sólo tres días antes en sentido contrario. Incluso nos  resulta mucho más largo de lo esperado, debe ser por la acumulación de kilómetros y desnivel que llevamos. Pero finalmente la cascada esta ante nosotros y encaramos el cómodo camino junto al río hacia Eriste. 

Ya tranquilamente y sin ninguna dificultad vamos acercándonos al pueblo a la vez que deshacemos el recorrido que hicimos la primera tarde, llegando nuevamente a Eriste sobre las 17,30 h. donde nuestro coche nos espera estacionado, dando así por terminada esta travesía.



Los detalles del track de este último día podéis verlos y descargarlos en el enlace de aquí abajo, así como muchas más fotos del recorrido.

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Valoración general de la travesía y consejos: 

Me ha resultado un recorrido bastante llevadero, nada complejo ni excesivamente duro, es más, creo que es la travesía más suave de todas las que he hecho por el Pirineo hasta ahora.

Yo diría que es apta para toda persona que esté acostumbrada a hacer rutas de montaña. 

Las rutas previstas para cada jornada son más bien cortas y dan para que se pueda hacer tranquilamente incluso haciendo muchas paradas entre las 8 de la mañana y las 16,00 h. sin tener que correr. Lo que permite disfrutar de esta parte del Pirineo que a nosotros nos ha sorprendido, ya que a pesar de que se camina a una altura superior a 2000 metros en la mayoría de los tramos, encontramos mucha vegetación, praderas y sobre todos, mucha agua. 

No encontramos fuentes en los recorridos pero sí muchos torrentes, que al estar en zonas muy altas dan seguridad de la pureza del agua, eso hace que no tengas que salir cargado con mucha agua del refugio. 

En cuanto a la señalización del recorrido, he de decir que está todo perfectamente indicado y resulta muy sencillo de seguir el recorrido incluso sin gps.

Los refugios a pesar de ser inicio de temporada, estaban prácticamente al máximo de capacidad permitida, lo que hace suponer que es una zona bastante concurrida siempre por lo que para organizar la travesía recomiendo hacerlo con tiempo para asegurarse la reserva en los refugios. Nosotros éramos 5 y  reservamos a mediados de mayo.

La aproximación se puede acortar subiendo en bus hasta el parking de la cascada de Espigantosa, igualmente ese tramo se puede hacer de bajada en bus, lo que haría el descenso desde A. Orús y subida el primer día menos duras.


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