10.08.20 Tres días de travesía circular por el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

 Se trata de una travesía circular que hemos hecho en tres etapas con inicio y fin en la población de Nerín  y que tiene un total de 72 km.  con algo menos de 4000 metros de desnivel acumulado en subida. Es un recorrido exigente con desniveles altos acumulados y que está pensado únicamente para personas acostumbradas a este tipo de distancias y terrenos.

El problema principal para organizar esta travesía ha sido escoger bien los puntos desde donde partir y dormir ya que el Coronovirus ha creado muchas restricciones que ha obligado a muchos lugares cerrar y otros a funcionar al 50%. Por ejemplo en Nerín que era nuestro punto de partida,  pensábamos pasar la noche previa y donde pensábamos recoger el picnic con la comida para la primera jornada. Pero este año tiene su albergue al 50 % de capacidad y  el Hotel Palazio está cerrado, no hay ni tiendas ni otros lugares donde aprovisionarse. Al no disponer de estos lugares donde pensábamos cenar y dormir la noche anterior, tuvimos que hacerlo en Sarvisé y luego desplazarnos por la mañana hasta Nerín en coche (está a media hora de camino). Queríamos cargar con la menor cantidad de comida posible para no ir con mucho peso y al final conseguimos llevar diariamente sólo la comida del día ya que en los lugares donde hemos acabado las jornadas hemos tenido asistencia para avituallamientos. A pesar de que hemos pasado por algunos pequeños pueblos el último día, no hemos podido más que coger agua en ellos, por no disponer estas localidades o aldeas ni bares ni tiendas en la actualidad.

El recorrido de la prima jornada está bastante cubierto de fuentes en su primera mitad y la segunda mitad, la más dura, encontramos torrentes de agua que brota de la montaña de la cual no supone peligro beber, aunque para asegurarnos siempre es conveniente llevar pastillas potabilizadoras, con lo cual esta ruta se puede iniciar prácticamente con una sola cantimplora llena.

No tendremos tanta suerte el segundo día ya que en la ruta no encontraremos ni fuentes con agua ni torrentes.

El tercer día, que es el más largo tendremos 18 km. de recorrido sin fuentes que tengan agua actualmetne, pero si encontraremos varios torrentes de los cuales es posible coger agua.

Imagen del track de la travesía completa

A continuación os paso a describir cada una de las etapas y enlazar los tracks e imágenes del recorrido. 

Etapa 1 de Nerín a Goriz con un total de 21,14 km

 

Partimos sobre las 8 de la mañana desde la población de Nerín, 

Inicio GR15 en Nerín

donde dejamos nuestro coche estacionado hasta el regreso. Seguimos el sendero GR15 perfectamente señalizado, el cual desciende suavemente por la ladera de la montaña, despejado y expuesto al sol. Tras un tramo de bajada volvemos a ganar altura poco después para ascender a Sercué (a la entrada de esta localidad encontramos una fuente con agua).

Sercué

Atravesamos esta pequeña aldea y siguiendo las indicaciones hacia el Cañón de Añisclo sin dejar el GR15 pronto empezamos a descender para adentrarnos en el desfiladero por donde discurre el río Bellós, que en su curso forma el Cañón de Añisclo.

La bajada es algo expuesta pero sin peligro y desciende por un antiguo sendero en parte empedrado, que se adentra pronto entre la densa vegetación perdiendo altura rápidamente. Es un magnifico recorrido zigzagueante que nos dejará a orillas del río, por la zona del Portillón. El GR15 sigue en sentido descendente hacia San Úrbez, pero nosotros aquí lo dejamos y tomamos a la izquierda para ascender el Cañón de Añisclo.

Enseguida encontramos una fuente con  un buen caño de agua fresca en el lado izquierdo del sendero. Ahora el camino algo más ancho y muy cómodo, nos ofrece a la derecha un espectáculo de cascadas y pozas de agua que invitan al baño, pero estamos ya en los dominios del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y el baño no está permitido, con lo cual  nos conformamos con contemplar el paisaje.

El sendero es bastante irregular para salvar el desnivel que encuentra en su ascensión, tiene tramos bastante llanos pero también algunas subidas bruscas que nos dejan sin aliento debido principalmente al peso de la mochila, ya que llevamos lo necesario para 3 días de travesía (entre 8 y 10 kg).

Avanzamos entretenidos por el paisaje  cruzándonos con algunas personas que bajan y  otras que nos adelantan. A pesar de que el tramo entre Nerín y el Cañón lo hemos hecho en solitario, al llegar al sendero junto al río, la cosa cambia, ya que este recorrido es bastante visitado. La gente suele subir desde la parte baja del cañón, tras aparcar en la zona de la ermita San Úrbez.

Pronto llegamos a la zona de Cumaz, donde encontramos otra fuente con agua. A partir de aquí el camino va tomando fuerza y asciende  para subir a la zona de Selva Plana, desde donde existen una espectaculares vistas de parte del cañón desde un punto elevado.

Ganando altura de forma progresiva pasaremos por la Riparreta, donde existe un cruce para subir por el Barranco La Pardina hacia el Llano Tripals.

Seguimos junto al río, sin desviarnos siguiendo las indicaciones hacia la Fuenblanca (el camino está perfectamente señalizado con carteles), en todo momento llevamos el barranco a nuestra derecha, pero a partir de aquí el sendero se estrecha y se ve mucho menos transitado que la parte baja. Atravesamos un precioso hayedo por el que llaneamos para acercarnos a la zona del Estrecho, donde encontramos un puente metálico que nos permite cruzar el río, para continuar subiendo por el lado opuesto del barranco.


Nos espera un tramo de subida y un par de pasos algo expuestos en los que existen unas cadenas para asegurar el paso cuando el terreno esta húmedo. Pronto el valle empieza a abrirse y al fondo vemos un gran salto de agua que emana de la montaña, es la Fuenblanca, el punto hacia donde nos dirigimos y donde deberemos desviarnos.



El día está inestable y  la lluvia por momentos cae y otros para,  lo que nos retrasa bastante ya que nos vemos obligados a parar para protegernos con los impermeables, que en cuanto deja de llover nos tenemos que quitar para no asfixiarnos, ya que la calor y la humedad nos hacen sudar a base de bien.

Cuando llegamos a la zona de la Fuenblanca (señalizada), son ya pasadas las 2 de la tarde y hacemos una parada para comer junto a torrente de agua helada donde nos refrescamos los pies y la cabeza.


Aquí coincidimos con varios grupos de personas, unos que bajan (por la izquierda) de la zona Goriz y van hacia Pineta por el Collado de Añisclo (a la derecha siguiendo el GR11) y otros que llevan el mismo recorrido que nosotros,  e incluso con gente que ha subido todo el cañón, y descansa aquí arriba para luego descenderlo por el mismo camino (quizá la mayoría).

Tras la comida, con un fuerte sol y calor iniciamos la ascensión hacia el Collado de Arrablo, es decir por la izquierda de la cascada de la Fuenblanca siguiendo ahora el GR11 sentido Goriz. Tenemos inicialmente una subida muy pronunciada bastante expuesta al sol, luego se  adentra en un bosquecillo para volver a salir a la intemperie pasando junto a otra cascada que forma el barranco de Arrablo. El camino nos muestra enseguida una vistas majestuosas del valle que dejamos atrás y  por encima de nosotros las moles rocosas de Monte Perdido empiezan a mostrarse grises, cubiertas por las nubes que no tardan en volver a dejarnos algo de lluvia.

La pequeña llovizna lejos de perjudicarnos, más bien nos beneficia, ya que la ascensión es dura y más a medio día con sol. Cuando el sendero nos da una pequeña tregua, por la zona de la Ribereta, cruzamos el barranco para seguir ascendiendo por zona de praderas verdes que se alternan con tramos rocosos que nos vemos obligados a superar con ayuda de pies y manos.

Existe un paso pedregoso algo delicado en el que hay que poner todos los sentidos para no caer ya que está bastante expuesto, y  una vez superado el mismo, siempre sin perder de vista y perfectamente guiados por las marcas de pintura del GR 11 (rojas y blancas), la senda se vuelve más amable y  tras una larga pradera subimos el tramo final de piedra lisa que nos permite coronar el Collado de Arrablo, donde está el cruce de caminos hacia la faja de las Olas por la derecha.



Collado de Arrablo

La trepada ha sido larga y dura pero ya solo nos espera una media hora de camino hasta llegar al refugio de Goriz. Siguiendo recto desde el collado, empezamos a descender y a la izquierda empieza a sorprendernos el impresionante Valle de Ordesa. Nos desviamos hacia la derecha un poco más abajo y  casi llaneando alcanzamos el refugio, que vemos desde un rato antes.


A nuestra llega al refugio, sobre las 18,00 h. ya hay un gran número de personas en su entorno, algunos montando tiendas, otros  haciendo cola para las duchas y otros relajados al sol sobre la hierba tras una dura jornada de montaña.  Siempre me ha encantado este ambiente de los refugios y Goriz por ser el campamento base del Monte Perdido, en esta época está siempre a tope, porque que ahora se puede subir ya sin equipación especial (no es necesario ni crampones ni piolet).

En los siguientes enlaces podéis ver y descargar el track y fotos de esta etapa.

                                      
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Etapa 2 de Goriz a Broto con un total de 22,26 km

A las 08,00 h. tras un buen desayuno en el refugio de Goriz, iniciamos nuestra segunda etapa de la travesía que nos tiene que llevar hasta la localidad de Broto. Partimos siguiendo una senda, bien marcada pero sin indicaciones, que discurre por encima del sendero que baja hacia al Valle de Ordesa y por debajo del GR11 por el que llegamos ayer.

A nuestra espalda vamos dejando El Mazizo de Las Tres Sorores, en cuyo centro se alza El Monte Perdido.


El sendero nos lleva hacia Sierra Custodia bordeando el Valle por la parte alta, vamos viendo aparecer abajo a nuestra derecha la cascada de la Cola de Caballo y todo el descenso del río Arazas hacia las gradas de Soaso.

El recorrido es por algunos tramos algo expuesto, pedregoso pero bastante cómodo, empezando a abrirse al acabar Sierra Custodia que dejamos a nuestra izquierda. Cruzamos la zona de Cuello Gordo (donde hay un corral de ovejas) y seguimos el mismo sentido bordeando el Valle, ahora por la ladera de la Sierra de las Cutas.

 El paisaje no puede ser más espectacular, la visión del Valle de Ordesa desde arriba es privilegiada y el sendero que llevamos resulta bastante cómodo, ya que llanea o pierde altura suavemente y nos hace pasar por algunos miradores (unos naturales y otros creados por el hombre para los visitantes).

La senda acaba desembocando en una pista forestal, conocida como la Pista de las Cutas, a la cual suben taxis todo terreo o furgonetas autorizadas por el Parque Nacional para traer gente hasta esta zona de los miradores. Suben desde Broto o Torla y permiten también a gente que desea hacer una ruta por la parte alta partir desde esta zona sin tener que caminar desde el pueblo.


Avanzamos a partir de aquí por la pista forestal que nos ofrece esplendidas vistas a ambos lados y nos acerca a  Punta Acuta, la cual el camino rodea por su izquierda dejando el Valle a nuestra derecha, para iniciar el descenso por otra pista que baja hacia la zona  opuesta al Valle de Ordesa. Si miramos a la izquierda divisamos parte del Valle de Vio y distinguimos  Fanlo al fondo.

El camino se vuelve más pronunciado en sentido descendente y nos permite avanzar a buen ritmo debido a que la pista es ancha y cómoda  y en sentido descendente, y la dejamos momentáneamente para atajar un poco mente a través, el Tozal de la Caña, donde el camino da un rodeo.

Descendemos unos metros más por la pista forestal hasta llegar a una curva cerrada a la izquierda, donde encontramos un cruce de senderos señalizados con rutas de BTT, hay un sendero por la derecha y otro al frente, aunque  ambos coincidirán más adelante formando uno sólo (el de la derecha es más antiguo y ancho, aunque ahora se ve muy poco transitado).

El sendero que tomamos se ve muy bien marcado inicialmente en línea recta hasta un pequeño collado y a partir de ahí, la senda está bastante estropeada por el paso del ganado, incluso en algunos tramos poco evidente, pero es fácil seguirla por estar bien señalizada con carteles de la ruta BTT.

Es un recorrido muy frondoso que atraviesa un bosque denso de pinos, entre los que distinguiéremos pronto al fondo del valle, por el lado derecho, la localidad de Torla.

El sendero se ve muy poco transitado por personas a pesar de que no es tampoco muy incómodo. Pero la parte en la que nos acercamos a las Bordas de Morillo (unas casas de pastores abandonadas), en la cual la senda zigzaguea al perder altura más suavemente, hay tramos en los que la vegetación intenta apoderarse del camino.

Pasmos por la Bordas de Morillo, y un poco más adelante dejamos a la derecha La Fuente del Gato, que a pesar de tener agua, no dispone de un caño para poder beber o rellenar la cantimplora.

Un poco más abajo llegamos a la Ermita de Morillo, ya con vistas hacia Broto y a partir de aquí el sendero ya se ve mucho más despejado.

La bajada hacia Broto tiene dos posibilidades, ya que el sendero luego se Bifurca y se puede bajar por la derecha, pasando por Sarratieto o por la izquierda por Camino de la Caña, ambos recorridos son parte del PR-HU 128.  Nosotros tomamos a la izquierda que a pesar de ser algo más larga es menos pronunciada, ya que llevamos acumulados muchos metros de desnivel en las piernas.

A un ritmo cómodo llegamos a Broto sobre las 18,00 h. tras haber recorrido unos 22 km. en los que no hemos coincidido con gente más que por la zona de los miradores.

 Como no esperábamos encontrar agua en todo el recorrido, cargamos las botellas (en mi caso 1,5 l. en total) a la salida en Goriz y como toda la ruta es en descenso y no hemos tenido mucho sol, no nos faltó agua para todo el día, seguramente con mucho sol hubiese ido corto de líquido.

En los siguientes enlaces podéis ver y descargar el track y fotos de esta etapa.

                                  

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Etapa 3 de Broto a Nerín con un total de 29,37 km

 A primera hora del tercero día de travesía iniciamos nuestra ruta partiendo sobre las 8,00 h. de la mañana desde Broto. Tomamos en el centro de la población el sendero señalizado como PR-HU 128 que sube hacia Buesa y hacia la Ermita de Morillo por el Camino de la Caña. Recorremos 1 km. por el mismo camino que la tarde anterior habíamos hecho en sentido opuesto, pero ahora a 1 km de Broto nos desviamos y seguimos en línea recta dejando a nuestra izquierda el sendero que sube hacia la ermita.


Durante el primer kilómetro recorremos un lúgubre, estrecho y empedrado camino ancestral, protegido por los árboles que le proporcionan sombra todo el día, después desciende suavemente hacia el barranco.


A algo menos de 2 km. de Broto cruzamos el Barranco de Aran y un poco más adelante vemos a nuestra derecha una pesa y un impresionante salto de agua bajo la misma, por el que suelen descender con equipación los aficionados al barranquismo. La cascada cae a un abismo en un cañón profundo por el que el agua discurre en su curso en busca del río Ara, donde desemboca este torrente no muy lejos del lugar.

El camino se ensancha un poco tras cruzar el torrente y de nuevo empieza a ascender volviendo a estrecharse.

Es un precioso recorrido, que resulta muy entretenido y cómodo a pesar de que va ganando altura paulatinamente. Un poco más adelante esta senda coincide con el sendero GR15 que sube por la derecha. A partir de aquí en todo nuestro recorrido del día seguiremos las marcas rojas y blancas de dicho sendero de Gran Recorrido (GR15).

La vistas hacia le río Ara y el pueblo de Oto son fantásticas desde buena parte de este histórico sendero.

A 4 km. del inicio de esta ruta el camino enlaza con la carretera que sube a Buesa, la cual seguimos hasta introducirnos en el casco urbano de esta pequeña localidad, en la que no hay más que un hostal con bar y cuando pasamos está cerrado, así que no podemos hacer una parada para tomar algo.


Atravesando el pueblo en sentido ascendente, por la salida del mismo encontramos, gracias a las indicaciones de un vecino, la fuente donde rellenamos las cantimploras. Hay que estar prevenido porque nos espera por delante una ruta larga con desnivel muy cambiante y continuo en el que no encontraremos fuentes con calidad garantizada de agua hasta llegar a Fanlo, situado a mas de 16 km. de Buesa.

Una vez aprovisionados de agua subimos hacia la ermita, que vale la pena visitar y siguiendo el GR abandonamos este pueblecito por el barrio de la ermita en cuya placita encontramos otra fuente con agua.


Salimos de Buesa por una estrecha calle empedrada que se convierte en sendero, el cual acaba desembocando más arriba en una pista forestal ancha. Esta pista llanea e incluso pierde altura suavemente,  y tras 1 km. aproximadamente de pista  entre bosque de pinos, el GR nos desvía a la izquierda para seguir por un sendero tradicional cuyo empedrado está muy levantado en la parte inicial.

Poco a poco el sendero se adentra en un bosque mixto en el que encontraremos una gran variedad de árboles. Aunque inicialmente abunda el pino y el roble, el camino que nos espera recorre uno de los bosques que está catalogado como de los más bonitos de España y en él encontraremos, hayas, arces, abedules, avellanos, serbales de los cazadores, tilos, álamos temblones, majuelos, olmos de montaña, fresnos. Todos ellos nos proporcionan la tan deseada sombra que nos ayudará a avanzar sin mucho calor y un suelo muy cómodo para caminar. Es una delicia atravesar este bosque frondoso y solitario en el que se pierde la noción del tiempo y ubicación.


El camino en general es cómodo a pesar de que nos ofrece continuas subidas y bajadas para salvar los desniveles del terreno. Al ir recorriendo, siempre en sentido ascendente, la ladera de la montaña, nos hace pasar cada dos por tres por pequeños torrentes de agua de los barrancos que atraviesa, prácticamente todos con agua y algunos con magníficas cascadas que nos permiten refrescarnos.


Este sendero está perfectamente señalizado, tanto por marcas de pintura rojo y blanco, como por postes indicadores de dirección en cada cruce, aunque en la actualidad está algo abandonado,  ya que existen numerosos troncos de pinos que los temporales han tumbado y dejado cruzados en la senda.

Al parecer este trazado de GR15 fue inaugurado en el año 2015, limpiado y balizado pero posiblemente se ha mantenido poco desde entonces.


Pasamos por las ruinas del Caserío de Viñés o de San Esteban inicialmente, a continuación de las cuales encontramos una fuente seca Fuen Cubillata, cuyas aguas se decía que tenía propiedades medicinales.

                                 

En varios de los torrentes por los que cruza este bonito recorrido encontramos antiguas fuentes o abrevaderos abandonados, que por falta de mantenimiento no tienen agua, así como algunas cascadas de agua como la del barranco del Baño.

El paisaje poco a poco empieza a cambiar y los pinos y robles dan paso a las hayas, con lo cual nuestro camino se abre paso entre unos bonitos hayedos que nos llevan a la zona de la Pardina Ballarín o Pardina del Señor. Pasamos junto antiguas agrupaciones de casas de piedra que utilizaban las personas que se dedicaban a la explotación del monte. Entre estas ruinas se encuentran las de una ermita de origen románico según he podido leer.

Atravesado el bosque de la Pardina del Señor, la senda  nos hace descender por la ladera meridional del Pueyo Ballarín o Punta Trallata hacia el Barranco del Chate. Tras una bajada pronunciada y zigzagueante llegamos al lecho del río a medio día tras haber recorrido ya casi 20 km. Es el lugar que habíamos escogido para comer y lo hacemos tras refrescarnos en sus frías aguas.

Debemos tomar fuerza para continuar subiendo, ya que desde este punto nos queda todavía unos 9 km. de ruta hasta llegar a Nerín y algunos de ellos en sentido ascendente.

Llevábamos la comida comprada en Broto la tarde anterior y aquí sentados en las rocas con los pies en el agua del río, damos buena cuenta de ella, unas ensaladas de pasta y pan con embutido resultan ser en este solitario lugar un manjar.

Tras una parada de 40 minutos, retomamos la marcha en sentido ascendente. El sendero sube muy fuerte formando eses para superar el fuerte desnivel que nos dejará en algo menos de 1 km. en la carretera que va a Fanlo.

El GR sigue durante 700 m. por la carretera, hasta llegar a la entrada de Fanlo. Dejamos la carretera y no adentramos en este precioso pueblo del Valle de Vio, el cual atravesamos siguiendo el GR15. Desde la plaza de la iglesia nos separamos para llegar a los antiguos lavaderos donde nos aprovisionamos de agua para el resto de la ruta. 


Pasamos por delante de una de las oficinas del Parque Nacional donde un empleado aprovecha para hacernos un pequeño test sobre nuestra procedencia, destino, ofreciéndose a para informarnos sobre detalles del parque que no conozcamos.

Por la parte baja de Fanlo, lugar donde hay un gran edifico en construcción (parece un hotel o casa rural), salimos siguiendo las pinturas del GR en dirección a Buisan.

Una estrecha senda nos dejará pronto en un camino ancho por el que pueden pasar coches y que discurre entre Buerba y Fanlo pasando por encima de Buisan.

Cuando enlazamos la pista forestal, la lluvia que hoy nos había respetado todo el día, empieza a caer de forma suave pero en aumento, hasta el punto de que cuando entramos en Buisan ya llueve considerablemente y apenas podemos ver esta pequeña aldea.


Son más de las 16,30 horas cuando atravesamos este pueblecito bajo una densa lluvia que nos obliga a prestar mucha atención para no resbalar, ya que el sendero nos hace bajar nuevamente hacia el barranco.

Tras cruzar el barranco, nos toca recorrer unos 800 m. nuevamente por la carretera en sentido descendente hasta que encontramos la indicación  del sendero que se adentra a la izquierda, con carteles del GR. La senda entre los árboles nos ofrece una subida que a pesar de no ser muy fuerte nos resulta dura por los kilómetros que llevamos acumulados, poco a poco se suaviza y empezamos a ver al frente las casas de Nerín, donde se acaba nuestra ruta.

La lluvia da paso nuevamente al sol y sudamos la gota gorda los últimos metros cuesta arriba hasta llegar al punto final de nuestra travesía.. 

Entramos en Nerin sobre las 18,00 h. por un sendero que proviene del noroeste y desemboca en la plaza del pueblo, concretamente junto a una fuente con dos grifos en los que nos refrescamos y saciamos la sed, dando por finalizada nuestra ruta y travesía.


Estoy seguro de que volveré con más tiempo a recorrer todo o parte de este recorrido, concretamente el bosque de la Pardina del Señor. Es un sendero precioso que me ha sorprendido, pero por falta de tiempo y debido al agotamiento acumulado durante la travesía no lo he disfrutado como me hubiese gustado, además debe ser un espectáculo recorrerlo en otoño con el contraste de colores por los árboles de hoja caduca.

En los siguientes enlaces podéis ver y descargar el track y fotos de esta etapa.

                                     

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